De la conferencia, que el ilustre autor del proyecto Nocilla
nos dio, saco en claro varias conclusiones.
La primera y, seguramente, más importante es que es un hombre
fascinante: qué más decir de una persona que es capaz de asociar la
deshidratación de sus tortitas con el incremento de lluvias en su ciudad. Eso
le define mejor que cualquier cosa que yo pueda decir. No obstante, y por mucho
que me duela, no me centraré en mostrar al lector mi admiración por Agustín
Fernández Mallo, sino por su forma de hacer literatura.
En los pseudoensayos que he publicado en este blog es un tema
que he abordado desde diferentes perspectivas: primero me pregunté cómo escribo yo
misma y concluí que yo no escribo la historia, sino que la historia se escribe
a través de mí. Después me pregunté qué es aquello que mueve la historia, para
que esta misma, y en sí misma, se pueda crear y evolucionar, concluí que
aquello que le permite funcionar es la fuerza de la oposición, a través de la
intensidad empática (y de su imponente fuerza). Por tanto, la siguiente
pregunta debería ser: ¿qué motiva la intensidad empática? (adelanto que este
tampoco será el tema principal de este pequeño trabajo pseudoensayístico) Pero
sí que podemos encontrar una idea que nos ilumine (con respecto a este tema) en
la conferencia que nos dio: la intensidad empática está motivada por la
capacidad humana de asociación. Esta capacidad a la que tanto se alude en
publicidad, que es una disciplina que fascina a Fernández Mallo, y con razón.
Esta capacidad asociativa que posee el hombre y que le permite crear metáforas
y analogías que no solo son un recurso del autor sino también motores de
invención: a través de la capacidad asociativa (y de las metáforas y las
analogías, que son consecuencia de esta capacidad) somos capaces de relacionar
el mar con el color de “sus ojos” o con la propia belleza, como hizo
Boudelaire. Gracias a esta capacidad podemos crear historias, podemos existir de la forma en la que lo hacemos, sin
ella, todo sería diferente.
En realidad, el que quería que fuera el tema principal de
esta entrada no es más que la forma que tiene este maravilloso escritor para
crear sus obras, no solo valiéndose de las palabras para hacerlo, sino también
de las imágenes, de la música, del cine. Numerosas caras del arte con el fin de
entregar un mensaje de la manera más pura posible. Y es que un escritor, hoy
día, dispone de muchos medios para envolver su mensaje, y esto, quizás por
desgracia, no siempre es utilizado.
"Numerosas caras del arte con el fin de entregar un mensaje de la manera más pura posible. Y es que un escritor, hoy día, dispone de muchos medios para envolver su mensaje, y esto, quizás por desgracia, no siempre es utilizado."
ResponderEliminarMuy cierto. Sigo a Mallo desde hace unos años y estuve en la conferencia de Alcalá, me gusta que la gente se vaya contagiando. Da mucha rabia que el panorama literario parezca poblado de mentes cansadas y libros viejos. En nuestras manos está cambiarlo. Al tajo!
He llegado aquí a través de Javi Estel, que promocionó tu blog en redes sociales varias. En fin, salud y saludos!